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Conducción remota: ¿un nuevo desafío para la regulación del transporte?

La tecnología avanza a pasos agigantados y en el cmino hacia una movilidad autónoma plena tenemos múltiples etapas intermedias. Una de las que se está considerando para facilitar un mayor nivel de comodidad a los usuarios mientras disponemos de vhículos de nivel 5, es compativilizarla con la conducción remota, en especial si éstase puede realizar desde el extranjero.

Esta nueva forma de conducir presenta ventajas como la comodidad, el ahorro de tiempo y la reducción de costes, lo cual puede ser especialente útil para diversos sectores. Sin embargo, también plantea importantes desafíos, como la seguridad vial y la privacidad de los usuarios.

Sin embargo, a día de hoy parece haber dudas sobre le uso de estas tecnologías.

Comisión Jurídica de Inglaterra y Gales recomienda la regulación de la tecnología de conducción remota para la entrega de coches de alquiler

Un informe encargado por el gobierno británico y llevado a cabo por la Comisión de Leyes de Inglaterra y Gales ha recomendado que se prohíba la conducción remota de vehículos desde el extranjero, especialmente en casos de uso como el de la entrega de coches de alquiler.

Actualmente, esta tecnología se utiliza únicamente en entornos controlados como granjas y almacenes, pero su aplicación en el futuro podría extenderse a servicios que tengan que operar de forma abierta en las carreteras de todo el país.

En la actualidad, no existe una ley en el Reino Unido que exija que el conductor esté presente en el vehículo que está siendo controlado, por lo cual en principio no debería haber habido ningún problema para su aplicación.

Sin embargo, la Comisión ha argumentado que debido a las «dificultades en la aplicación de “este tipo de casos de uso, se debería prohibir la conducción remota desde el extranjero “al menos hasta que se establezcan los acuerdos internacionales adecuados».

El informe establece que la conducción remota en lugares públicos solo debería permitirse si las empresas obtienen los permisos correspondientes que establezca la autoridad.

También señala que los conductores remotos deben ser responsables de sus acciones de la misma manera que alguien sentado detrás del volante de un vehículo, pero que no debería haber responsabilidad por fallos fuera de su control, como fallos de conectividad; y precisamente esta es la clave de su oposición.

Nicholas Paines KC, el comisionado de ley pública, dijo: «La conducción remota es una tecnología emocionante, pero antes de que veamos coches controlados de forma remota en las carreteras del Reino Unido, debemos abordar las preocupaciones de seguridad a través de una regulación sólida.

«Nuestro consejo concluye que a corto plazo, el gobierno podría abordar algunas lagunas en la ley sobre la conducción remota utilizando los poderes existentes, al tiempo que proporciona un camino para que las empresas utilicen la tecnología de manera legal siempre y cuando sus sistemas sean seguros.

«A largo plazo, podría establecer un sistema completo de regulación de la conducción remota. Las regulaciones deben responder a otras preocupaciones fundamentales relacionadas con las amenazas de seguridad y la responsabilidad en caso de un accidente.

«Nuestro documento de consejo establece un mapa de ruta para cómo el gobierno puede abordar estos problemas, al mismo tiempo que alienta a las empresas a innovar».

¿Y tú qué opinas?

¿Cuál será la recomendación de la DGT a futuro sobre este tema?

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