El pasado 16 de febrero, Tesla anunció un retiro masivo de vehículos para reparar defectos en su software de conducción autónoma experimental «Full Self-Driving» (FSD) desplegado en las vías públicas. Este retiro afecta a 362,758 vehículos, entre los que se incluyen modelos Model S (2016-23), Model X, Model 3 (2013-17) y Model Y (2020-23).
La investigación de la NHTSA sobre los vehículos de Tesla
La decisión de la compañía californiana se produce despues de que la Administración Nacional de Seguridad y Tráfico en las Carreteras (NHTSA) comenzara a investigar los riesgos asociados a los vehículos autónomos y la seguridad pública vinculados con el FSD.
Entre los documentos obtenidos por la agencia se podían observar que los vehículos que usaban este sistema de conducción autónoma en su versión Beta, en ocasiones tenían comportamientos de riesgo. En estos documentos, encontraron que algunos vehículos experimentaban problemas al conducir por las intersecciones. Por ejemplo, avanzaban a través de carriles destinados sólo para dar vuelta, cuando la señal de tráfico se encontraba en amarillo sin tomar las precauciones necesarias, o entraban a intersecciones donde tenían una señal de stop sin detenerse completamente.
A consecuencia de ello, Tesla está trabajando para enviar una actualización de software inalámbrica gratuita para abordar este problema lo antes posible y que por tanto su asistente a la conducción pueda corregir los fallos que parece estar experimentando.
El problema de comunicación y expectativas con el FSD
Sin embargo, el retiro de los vehículos del mercado no ha sido el único problema para Tesla en los últimos años. El Departamento de Vehículos Motorizados de California ha estado investigando durante casi dos años si la empresa habría violado la ley estatal al trasmitir con sus anuncios la idea de que la funcionalidad FSD significaba que el automóvil es capaz de conducirse completamente solo, cuando en realidad equivalía a un nivel 2 de autonomía.
Además, la compañía ha enfrentado críticas y preocupaciones de seguridad en el pasado. Durante la última Super Bowl, un anuncio sobre Tesla levantó un gran revuelo. El anuncio mostraba los supuestos peligros de su conducción autónoma total, mostrando vehículos equipados con la FSD en situaciones de riesgo.
Reflexiones
Llegados a este punto, nos gustaría destacar que la seguridad en la conducción de vehículos autónomos es una pieza crítica para la futura adopción de estas tecnologías, y que este tipo de incidentes y preocupaciones pueden tener graves consecuencias para la industria y los usuarios. Por eso, esperamos que Tesla y otras empresas del sector trabajen duro para garantizar la seguridad y la confianza del público en sus productos.
Pero al mismo tiempo queremos hacer una petición a los usuarios. Siempre, siempre, siempre… mantened la atención en la carretera. A día de hoy la inmensa mayoría de vehículos contienen funcionalidades de nivel 1 ó 2, lo cual implica que la responsabilidad última de la conducción es nuestra, así que tratemos de aprovechar las ventajas que nos ofrece la tecnología y hacer un uso correcto de ella.
Y ahora nos gustaría conocer cual es tu opinión:
¿Tienes algún vehículo de los modelos afectados?
¿qué implicaciones tendrá este retiro para la industria de los vehículos autónomos?
¿Crees que afectará a la reputación de la compañía?
¿Qué debería hacer Tesla para ganarse de nuevo la confianza de los consumidores?
Déjanos tu opinión en los comentarios.